Los seguros ganaderos, una herramienta contra el impacto de los imprevistos

  • Los seguros ganaderos son una herramienta para los productores que les permite minimizar el impacto económico de amenazas como ataques de fauna salvaje o reveses sanitarios.

 

Los seguros ganaderos son una herramienta para los productores que les permite minimizar el impacto económico de amenazas como ataques de fauna salvaje o reveses sanitarios, pero su uso es desigual en función del área ganadera y el sector defiende una revisión para mejorarlos.

En los últimos años, ha bajado el número de pólizas, aunque sube el capital asegurado, lo que según las fuentes consultadas por Efeagro puede ser un síntoma del proceso de reestructuración y de creciente integración en la ganadería española.

Un ejemplo claro de ello es el vacuno de leche, en el que cierran dos granjas al día, de media, pero la producción sigue subiendo.

Según los datos de la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro), en 2016 se suscribieron 187.552 pólizas por un capital de 2.992 millones de euros, mientras que en 2019 se firmaron 171.032 con un capital de 3.484 millones.

El mayor número de pólizas es para la retirada y destrucción de animales muertos, dado que en la práctica es obligatorio suscribirlo; pero es en los seguros ganaderos específicos en los que más capital se suscribe.

Los expertos en este área de las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, y la Cooperativas Agroalimentarias, explican a Efeagro las cuestiones fundamentales de esta importante herramienta.

-. ¿Qué cubren los seguros ganaderos?
Los ganaderos pueden optar por firmar un módulo básico (centrado principalmente en el saneamiento de la explotación) a un precio asequible y añadir otras garantías adicionales que, en algunos casos, pueden encarecer mucho la póliza, por lo que desde el sector piden que se abaraten mediante más subvenciones públicas.
Dentro del sector los llaman seguros “cebolla” porque tienen varias capas: partiendo de la más básica -que cubre eventos como vaciado sanitario de una granja- hasta las otras “capas” sucesivas que permiten contratar garantías superiores.

Una granja de producción de huevos en jaula. EFEAGRO/J.J.R.

Una granja de producción de huevos en jaula. EFEAGRO/J.J.R.

-. ¿Qué habría que mejorar?
El sector considera, en general, que habría que abaratar el coste, al menos, para cierto tipo de productores como los profesionales o los jóvenes y las mujeres.
Existen ciertas coberturas que preocupan, como la retirada y destrucción de animales, que a su juicio debería estar subvencionada al 100 % al ser un problema de salud pública y un requisito al que se obligó desde la irrupción de la encefalopatía espongiforme bovina (conocido como “mal de las vacas locas”).

-.¿Qué sectores ganaderos optan más por ellos?
Aunque se pueda pensar que el extensivo está expuesto a más peligros al vivir al aire libre (ataques de fauna salvaje, por ejemplo), no necesariamente tiene que ser así, según los técnicos; en el intensivo, de hecho, pueden surgir problemas relevantes como lesiones en los animales estabulados o mamitis en las vacas.
En este sentido, recuerdan que en el vacuno de leche están muy extendidos los seguros para cubrir esas amenazas de la mamitis en las hembras productoras; en el aviar de puesta se ha generalizado la suscripción desde que se permite incluir el riesgo por salmonelosis.

-. ¿Hay una línea específica para cubrir los ataques de fauna silvestre al ganado?
Es un riesgo que está incluido en todas las líneas ganaderas, aunque se dé obviamente en las extensivas.
En algunas comunidades autónomas se cuenta con ayuda adicional y es una petición tradicional del sector que, en aquellas zonas donde la presencia (de fauna) es importante, el coste de esta cobertura sea cubierto completamente por la administración, como responsable de la gestión de la fauna silvestre.