Los apicultores y el cúmulo de problemas con que se deben enfrentar

Los apicultores no dejan de tener, lamentablemente, problemas de forma continuada. Ellos ponen en serio peligro la viabilidad económica de muchos apiarios.

Por esta razón la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) se ha presentado en el Ministerio de Agricultura (MAPA) para exponer las principales dificultades con que se enfrentan y espera que éste sea realmente sensible a las dificultades por las que atraviesan cotidianamente los cerca de 28.000 apicultores activos en toda España, de los cuales el 25 por 100 son profesionales. Estos ganaderos producen anualmente unas 30.000 toneladas de miel, además de otros productos como cera, polen, propóleo y jalea real

Así, por ejemplo, UPA espera del MAPA la pronta aplicación de medidas articuladas en un plan de acción que palie los daños que están sufriendo en sus explotaciones a causa de la fauna salvaje.

Especies como el abejaruco, la avispa asiática o velutina, los tejones o los osos son algunas de las que más daños generan en sus colmenas y en sus economías, al tener a las abejas melíferas como una parte importante de su dieta. La realidad es que varias de estas especies, los osos, los tejones o los abejarucos, entre otros, se alimentan en gran medida de abejas domésticas, causando grandes destrozos y generando importantes pérdidas para los apicultores

Debe tenerse en cuenta que varias de las especies implicadas están protegidas, pero cómo dice UPA “la sociedad tiene la responsabilidad de proteger también los daños que éstas causan”.

Un problema distinto, pero no menos grave y que también ha sido abordado es el generado por la avispa velutina, una especie invasora, colonizadora, gran devoradora de abejas que entró a España desde Francia en el año 2010 y se ha ido expandiendo por el norte del país, alcanzando también Castilla y León y Extremadura

Una sola avispa velutina puede llegar a capturar entre 25 a 50 abejas por día. Con esta voracidad desmedida esta especie es capaz de destruir hasta un 30 por 100 de una colonia en zonas endémicas, además de ejercer un muy importante efecto negativo sobre (la recolección del polen y néctar por parte de las abejas obreras (el pecoreo).

Otro problema grave que tienen en esto momento los apicultores son los generados por la contaminación de diversos orígenes y por el cambio climático.

A ello hay que añadir los daños económicos directos causados por la entrada masiva de mieles importadas de otros países que provocan una falta de precios justos para la miel producida por los apicultores nacionales, problema que ya se ha tratado también en diversas oportunidades en nuestro boletín.