La seguridad y calidad de la carne de pollo es incuestionable

 

Es importante recordar que en nuestro país se sigue el Modelo Europeo de Producción promoviendo la sostenibilidad de la producción agroalimentaria, la protección del medio ambiente, el bienestar y la sanidad animal, así como la seguridad alimentaria.

Los profesionales que trabajan en el sector de la avicultura tienen por objetivo ofrecer a los consumidores alimentos (carne y huevos) seguros y de alto valor organoléptico y nutricional. Junto a los productores, trabajan especialistas en nutrición,  veterinarios, responsables de medio ambiente y calidad que se rigen por un código ético profesional. Además, deben respetar las estrictas normativas europeas, estatales y autonómicas que regulan cada una de los eslabones del proceso de producción desde el cuidado de los animales, el alojamiento, la alimentación, la salud hasta el impacto medioambiental y por supuesto la calidad y seguridad del alimento que llega al consumidor. Todo está planificado, organizado y controlado siguiendo estrictos sistemas de trazabilidad y control de puntos críticos. Además, existen organismos oficiales de control que vigilan y aseguran el cumplimiento de esta normativa y por lo tanto la sostenibilidad y calidad de la producción.

La alimentación de los animales se basa en administrar todos y cada uno de los nutrientes que necesitan mediante la incorporación de ingredientes de calidad contrastada (cereales, alimentos proteicos y complementos vitamínicos y minerales). Y también está sometida a la normativa europea que indica claramente las sustancias que se pueden o no se pueden administrar a los animales en base a los datos y opiniones de los paneles científicos de las autoridades competentes.

Los pollos de carne han evolucionado y mejorado a lo largo de los años, gracias al esfuerzo de investigadores y profesionales. En este sector de la avicultura se piensa en potenciar la salud y el bienestar, evitando medicaciones innecesarias. El ritmo natural de crecimiento de los pollos es el adecuado y no tiene ningún sentido incorporar sustancias que lo aceleren. Pero además, los antibióticos como promotores del crecimiento están prohibidos en Europa desde el año 2006 (CE 1831/2003). En cuanto al sinsentido de las hormonas, no existe ninguna causa ni justificación para su uso. Su utilización en cualquier especie de abasto está prohibida hace más de 60 años. Además, desde el punto de vista científico no tiene ningún sentido, no causaría ningún beneficio, no tiene efecto si se administran vía pienso e inyectar a numerosos pollos de forma individual es inviable y económicamente desastroso.

El sector avícola, es un sector profesional, de gran nivel, que evoluciona al ritmo de las necesidades de la sociedad. El consumidor dispone de una amplia variedad de productos avícolas capaces de cubrir las diferentes necesidades y preferencias. Pero sin duda, todos y cada uno de ellos, son seguros, de calidad diferenciada y siguiendo el modelo Europeo de producción.

La seguridad de los alimentos no es una preocupación, es una realidad. Los retos actuales van mucho más lejos, se piensa en demostrar que se respeta el bienestar de los animales, que se cuida el medio ambiente y que se puede producir alimentos funcionales que nos ayuden a prevenir y mejorar la salud de las personas.

Consultar adicionalmente: http://propollo.com/6verdades/

 

Ana C. Barroeta Lajusticia

Catedrática de Producción Animal

Departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos

Universidad Autónoma de Barcelona