La lana reivindica su papel como materia prima ecológica en Europa

  • La lana es una materia prima ecológica con “múltiples beneficios para la sociedad”, pero gran parte “se desecha como residuo” y el resto “se vende a precios insignificantes”, algo que se pretende revertir con la celebración mañana viernes 9 de su primer día europeo.

 

Varios operarios trabajan en una planta de clasificación de lana. Efeagro/Antonio Garcia

La jornada, impulsada por la Fundación para el Intercambio Europeo de Lana, “busca soluciones para que la mayor parte de lana europea no acabe en vertederos, enterrada o quemada“, explica a Efeagro la coordinadora de la asociación Trashumancia y Naturaleza, Concha Salguero.

Durante este día reivindicativo, en el que participarán más de 20 países de Europa, tendrán lugar diversas actividades en España como talleres, cuentacuentos, mercadillos o exposiciones dinamizados por las organizaciones Trashumancia y Naturaleza, La Iaia, DehesaLana o Hilandia.

La lana, indica Salguero, no sólo es “renovable, reutilizable y cien por cien biodegradable”, sino que también tiene una “enorme” versatilidad para la innovación industrial y para la resolución de problemas medioambientales.

 

Nuevas investigaciones

Este producto, agrega, puede ser empleado en bioconstrucción como material aislante, constructivo o como firme en el arreglo de caminos; como absorbente en derrames de petróleo; como biofertilizante agrario o en el sector textil, ya que es una fibra sana reguladora de la temperatura corporal al absorber la humedad y dejar respirar el cuerpo.

Además, las investigaciones para la producción de bioplásticos a partir de su queratina son “prometedoras”, asegura esta experta, quien apunta que se trata de un material “lleno de bondades y regalado por la naturaleza”, que “tiramos en lugar de aprovechar sus propiedades”.

La lana se emplea para elaborar prendas como mantas, alfombras, telas, por lo que si la recuperáramos como fibra textil, se reduciría la cantidad de fibras sintéticas con las que nos vestimos”, declara Salguero.

 

Fibras naturales o artificiales

Estas fibras artificiales, manifiesta, “son una extensión de la industria del plástico al sector del tejido”, donde se generan residuos microplásticos que se esparcen a ríos y mares y, desde aquí, pasan a animales y plantas para “acabar en la cadena alimentaria”.

La lana de mayor calidad se destina “sobre todo al sector textil”, pero “aún así los precios que se pagan a los productores son insignificantes“, lamenta Salguero, quien afirma que el importe resulta “a veces inferior al coste de la esquila” y “otras veces se recoge gratis por intermediarios”.

Este producto no tiene salida en el peor de los casos y se acumula en las explotaciones ganaderas con el riesgo tanto para las condiciones de sanidad ganaderas, ya que puede llevar parásitos, como para los costes de la actividad y los problemas de su gestión“, recalca.

Se trata, aclara Salguero, de la lana más basta y menos apta para el textil, pero a la que se le puede dar “muchos otros usos”, que ayudarían a que “se revalorizara como materia prima y fuente de ingresos”.

Según Naciones Unidas, Europa produjo en 2017 “unas 244.000 toneladas” de lo que se denomina como ‘lana sucia’, es decir, antes de transformarse, lo que supone “alrededor de un 12 % de la producción mundial”.

 

La lana española se vende a China

Sin embargo, la situación entre países europeos “no es homogénea” tanto por la cantidad producida como por la valoración mercantil pues, por ejemplo, en 2015 el mercado de lana europeo “alcanzó l59 millones de euros”, pero “la mayoría se concentró en Reino Unido y Rumanía”.

En cambio, el valor en España fue de “tan sólo 14 millones de euros en 2015”, a pesar de “tener el mayor censo ovino de Europa tras Reino Unido”.

Así, España produce “unas 22.000 toneladas de lana de las que cerca del 80 % se venden sin procesar a China a bajo precio”, país que se sitúa como “el primer importador y procesador de este producto a nivel mundial”.

Para Salguero, el volumen de lana procesada española es “muy poco pero muy importante”, pues “constituye el germen de una nueva mirada sobre este material”, que aglutina “emprendedores de distintos campos que empiezan a producir un producto local de calidad con valores sociales y ambientales”, concluye.

 

Fuente Efeagro