Estar bien y bienestar animal

Decía el Dr. Campbell en 2010 que el bienestar y la productividad en los cerdos van de la mano y pueden ser mejorados conjuntamente. Estamos comenzando a certificar nuestras granjas de porcino en bienestar animal (welfare), y no tengo ninguna duda de que es un requisito esencial desde el punto de vista tanto técnico como comercial para que la sociedad tenga una mejor valoración de nuestro sector, además de que podamos continuar exportando. El bienestar animal es un concepto global y multicultural al día de hoy en los cinco continentes, y los más veteranos pueden argumentar que hasta qué punto debemos prestarle tanta atención. Nuestros padres cuando decían que “los cerdos están bien” ya querían decir que “los cerdos están en bienestar”. Ya el catecismo de Agricultura de 1897 decía: “¿qué cuidados exige el cerdo? -mucha limpieza en las zahurdas, alimentos sanos y saludables y el agua necesaria para bañarse”. Y no es “una moda” reciente de los países del norte de Europa (Welfare practice of pig rearing- Report EUR 10776EN 1987), es una necesidad mundial. Ya hace una docena de años en Australia se publicó la tercera edición del Modelo del Código de Prácticas de Bienestar Animal en Porcino (Abril 2007).

En una encuesta realizada en 2015 a ciudadanos de los 28 estados miembros de la Unión Europea el 94% (rango 86-99%) considera importante proteger el bienestar de los animales de producción (Manteca, X 2019). Una buena parte de la sociedad considera que el amor a los animales es un fenómeno que se generaliza en el periodo post-industrial, por efecto de un distanciamiento con el entorno rural, y de un excedente de tiempo y de dinero (Serpell,1999). Desde mi punto de vista, en este apartado, como en tantos otros, debemos utilizar la resiliencia conceptuada como una actividad proactiva, base de la maduración como proceso dinámico ante nuevos desafíos que nos permitirá seguir crecimiento en armonía al obtener mejores rendimientos y ser más competitivos.

El contacto con los animales bien es sabido, nos hace más humanos y en consecuencia deberíamos esperar que a los cerdos el contacto con los humanos les haga más cerdos, permitiéndoles alcanzar su potencial de rendimiento. La interacción cerdo-persona es esencial en la granja, por lo que es necesario que todos los que trabajamos con los cerdos tengamos esa sensibilidad hacia ellos, en cuanto a su cuidado en base al conocimiento preciso de sus necesidades biológicas (deficiente termorregulación, elevado orden jerárquico, lento desarrollo del sistema inmunitario, escasa visión-audición, exquisito sentido del gusto siendo omnívoros, altas necesidades de agua = 10 veces las nuestras..) y de comportamiento social tanto en grupo como individual en las diferentes fases de producción (etología). Y el bienestar en nuestras granjas, considero debe incluir tanto a los cerdos como a las personas. Las personas que trabajamos en mejores condiciones laborales tenemos mejores rendimientos. Y por lo tanto el binomio “bienestar porcino y equipo humano” nos dará sus frutos positivos. Concluyo diciendo aquello de que “la suerte nos pille trabajando, también en bienestar animal a todos los implicados en la cadena alimentaria”.

“I am fond of pigs. Dogs look up to us. Cats look down on us. Pigs treat us as equals”. (Winston Churchill 1874-1965)

“Ser o no ser, ése es el dilema“ (William Shakespeare 1564 – 1616)

Por Antonio Palomo Yagüe – ADM SETNA