El consejero de Sanidad de Ceuta, «amenazado» por no permitir sacrificios en casas o la calle en Pascua islámica

El consejero de Sanidad del Gobierno de Ceuta, Javier Guerrero (PP), ha comparecido este miércoles ante la Asamblea autonómica a petición propia para explicar las razones «sanitarias» por las que ha decidido no permitir que el próximo 31 de julio, cuando se celebrará la Pascua islámica del Sacrificio, Eid Al Kebir, se dé muerte a animales en la vía pública o domicilios para evitar la propagación del coronavirus Covid-19.

«Esta es una cuestión sanitaria, no política ni religiosa, aunque algunos se han encargado de confundirlo todo sin escrúpulos y gracias a ellos estoy amenazado», ha reprochado a los portavoces de la oposición que, como la localista Fatima Hamed (MDyC), le han imputado «un maquiavélico plan para atacar la libertad religiosa en esta ciudad y coartar a los musulmanes».

Guerrero ha recordado que desde la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus e incluso antes en Ceuta «se ha suspendido todo», desde las procesiones de Semana Santa hasta la Feria pasando por los actos de San Antonio, la Virgen del Carmen o la de África.

«Parece que a algunos solo les interesa una comunidad», ha lamentado el consejero, que ha asegurado tener el apoyo del ministro de Sanidad, Salvador Illa, para suspender los ritos islámicos públicos del 31 de julio, concretamente el rezo multitudinario al aire libre y la instalación de carpas en las barriadas de la periferia para dar muerte a unas 5.000 cabezas de ganado.

Interpelado sobre por qué no sigue el camino del Gobierno de Melilla, que sí permitirá los sacrificios, Guerrero ha alegado que «mi responsabilidad es Ceuta» y ha revelado que su homólogo de la otra ciudad autónoma, el socialista Mohamed Mohand, «tiene los mismos informes técnicos que desaconsejan la celebración y ha asumido que será denunciado, pero espera que sea archivado como el 8-M». «El propio ministro», ha añadido, «me ha dicho que tiene que hablar con Melilla».

La directora general de Sanidad, Rebeca Benarroch, también ha intervenido durante la sesión parlamentaria para dejar claro que la legislación vigente prohíbe el sacrificio de animales en domicilios particulares y ha incidido en que las carpas públicas que se han instalado otros años en la vía pública (25 en 2019) son el potencial foco de contagios «más preocupante».

Para diluir el «alto riesgo» de propagación de la enfermedad que han detectado los expertos en Sanidad Animal y Salud Pública «habría que colocar 250 con 500 matarifes, algo inviable». La alternativa que explora el Ejecutivo regional para matizar la suspensión de la Pascua islámica, que seguirá siendo festivo en el calendario laboral, es consentir el sacrificio de animales «exclusivamente» en el matadero.

Los portavoces del PP y Vox, Carlos Rontomé y Juan Sergio Redondo, han remarcado, respectivamente, que el «criterio de prudencia y responsabilidad» es el que ha guiado la acción del Ejecutivo y que «este es un debate de salud pública y no religioso».

LA OPOSICIÓN CRITICA UNA DECISIÓN «PRECIPITADA»

El líder de la oposición en la Asamblea, Manuel Hernández (PSOE), ha criticado por «precipitada» la decisión del Gobierno de Ceuta cuando la ciudad acumula casi un mes sin casos activos ni nuevos positivos de la COVID-19 y ha pedido al Ejecutivo local que «reconsidere» su postura, aunque, como Mohamed Ali (Caballas), ha coincidido en que «la salud, la vida y la integridad de las personas siempre van a estar por encima de un ritual».

«Ustedes toman una decisión, pero en la calle va a haber muchas personas que no estarán de acuerdo y no es positivo imponer las cosas ni dañar la convivencia en esta ciudad, que cada vez parece más coexistencia: no vivimos en tiempos de ordeno y mando y la gente se rebela», ha avisado Hamed a Vivas, que le ha recordado que «la responsabilidad a veces implica tomar decisiones aunque no las entienda todo el mundo para preservar la salud de las personas, cumplir con la ley y evitar situaciones calamitosas con un virus desconocido».